Historias con soundtrack
La primera vez que salimos me dijiste que, si bien te gustaba la danza, rechazabas ir a una discoteca a bailar. Te molestó que soltara una carcajada y el castigo fue un beso que terminaste mordiéndome el labio. En una ciudad como Buenos Aires, que a mediados de los setenta tenía casi tantos lugares de baile como farmacias, era demasiado extraño que una adolescente, a pesar de los argumentos, fuera tan radical respecto a una costumbre generalizada.
Aquella noche empecé a conocerte y a quererte pero fue mucho tiempo después cuando, realmente, admiré tu sólida rebeldía y la libertad con la que actuabas. Ibas contra el sistema y todo lo que éste quisiera imponerte. Detestabas maquillarte por el mero hecho de embellecerte y la ropa, sólo te importaba que estuviera limpia y fuera adecuada al clima. Y yo, para hacerte hablar, no hacía otra cosa que mencionar marcas, modas y lugares top de la noche de Buenos Aires. Eso me divertía.
Es que vos tenías un concepto diferente de la vida. Mirabas las cosas desde otro ángulo; tu punto de vista parecía un lugar lejano donde nunca nadie de nuestra edad había estado. Podías pasarte horas hablando de política, filosofía, Freud o de cine. Adoraba escucharte, aunque todo aquello me sonara a “chino básico”, como te dije una noche cuando querías explicarme, a grandes rasgos, los fundamentos del marxismo.
Con el tiempo me di cuenta lo importante que fuiste en mi vida, porque cuando ya no estuviste, la semilla de tu inquietud quedó sembrada en mi alma y una manera de recordarte fue bucear en cada uno de tus temas preferidos.
Nuestra relación siempre estuvo signada por la inmediatez de la cosa improvisada. Tenías novio - me lo dejaste bien claro desde el primer momento – y en cuanto regresara de España, harías tus papeles y juntos marcharían a vivir a Canarias. ¿Estarás allí ahora? En ocasiones, me resultaba inevitable apartarme del guión, que habías escrito para los dos y hablar de futuro y aunque no lo expresara con las palabras, lo pensaba continuamente. Guardaba la esperanza de cambiar el final de la historia y que la heroína se quedara con el "otro". Sabías de mi debilidad por ti como que hubiera hecho cualquier cosa por transformar nuestra relación de amor al paso en una estación donde apearnos por el resto de la vida. Pero tu respuesta siempre fue la misma, “carpe diem, mi amor”. Finalmente hube de reconocer que tenías razón: si piensas demasiado en el mañana el hoy te pasa inadvertido.
Y llegó el día. Lo elegiste como quien elige un restaurante par una ocasión irrepetible. Me tomó de sorpresa que me pidieras de ir a bailar el sábado. ¿Por qué? te pregunté; “porque me lo pediste muchas veces”, fue tu respuesta al otro lado del teléfono. Esa noche te habías maquillado apenas, pero no recuerdo haber visto un rostro más luminoso; llevabas un pantalón negro acampanado y una camisa blanca muy ajustada de cuello grande y un perfume cítrico que, hoy mismo, podría reconocer entre miles. En todo momento tuve la sensación de que el mundo giraba en torno de ti; me parecía que la gente que colmaba el sitio eran todos extras de una superproducción que vos y yo protagonizábamos. Bailamos; nos reímos de nosotros y del mundo que nos circundaba; nos pusimos alegres con un par de gintónics y nos besamos como nunca hasta que anunciaron la última canción. Quedaba poca gente en el salón y sonó “killing me softy with his song” en la voz de Roberta Flack. Nos abrazamos y bailamos. Te repetí que te quería. Te pregunté si me querías. Me abrazaste más fuerte y no quisiste mirarme a los ojos.
La primera vez que salimos me dijiste que, si bien te gustaba la danza, rechazabas ir a una discoteca a bailar. Te molestó que soltara una carcajada y el castigo fue un beso que terminaste mordiéndome el labio. En una ciudad como Buenos Aires, que a mediados de los setenta tenía casi tantos lugares de baile como farmacias, era demasiado extraño que una adolescente, a pesar de los argumentos, fuera tan radical respecto a una costumbre generalizada.
Aquella noche empecé a conocerte y a quererte pero fue mucho tiempo después cuando, realmente, admiré tu sólida rebeldía y la libertad con la que actuabas. Ibas contra el sistema y todo lo que éste quisiera imponerte. Detestabas maquillarte por el mero hecho de embellecerte y la ropa, sólo te importaba que estuviera limpia y fuera adecuada al clima. Y yo, para hacerte hablar, no hacía otra cosa que mencionar marcas, modas y lugares top de la noche de Buenos Aires. Eso me divertía.
Es que vos tenías un concepto diferente de la vida. Mirabas las cosas desde otro ángulo; tu punto de vista parecía un lugar lejano donde nunca nadie de nuestra edad había estado. Podías pasarte horas hablando de política, filosofía, Freud o de cine. Adoraba escucharte, aunque todo aquello me sonara a “chino básico”, como te dije una noche cuando querías explicarme, a grandes rasgos, los fundamentos del marxismo.
Con el tiempo me di cuenta lo importante que fuiste en mi vida, porque cuando ya no estuviste, la semilla de tu inquietud quedó sembrada en mi alma y una manera de recordarte fue bucear en cada uno de tus temas preferidos.
Nuestra relación siempre estuvo signada por la inmediatez de la cosa improvisada. Tenías novio - me lo dejaste bien claro desde el primer momento – y en cuanto regresara de España, harías tus papeles y juntos marcharían a vivir a Canarias. ¿Estarás allí ahora? En ocasiones, me resultaba inevitable apartarme del guión, que habías escrito para los dos y hablar de futuro y aunque no lo expresara con las palabras, lo pensaba continuamente. Guardaba la esperanza de cambiar el final de la historia y que la heroína se quedara con el "otro". Sabías de mi debilidad por ti como que hubiera hecho cualquier cosa por transformar nuestra relación de amor al paso en una estación donde apearnos por el resto de la vida. Pero tu respuesta siempre fue la misma, “carpe diem, mi amor”. Finalmente hube de reconocer que tenías razón: si piensas demasiado en el mañana el hoy te pasa inadvertido.
Y llegó el día. Lo elegiste como quien elige un restaurante par una ocasión irrepetible. Me tomó de sorpresa que me pidieras de ir a bailar el sábado. ¿Por qué? te pregunté; “porque me lo pediste muchas veces”, fue tu respuesta al otro lado del teléfono. Esa noche te habías maquillado apenas, pero no recuerdo haber visto un rostro más luminoso; llevabas un pantalón negro acampanado y una camisa blanca muy ajustada de cuello grande y un perfume cítrico que, hoy mismo, podría reconocer entre miles. En todo momento tuve la sensación de que el mundo giraba en torno de ti; me parecía que la gente que colmaba el sitio eran todos extras de una superproducción que vos y yo protagonizábamos. Bailamos; nos reímos de nosotros y del mundo que nos circundaba; nos pusimos alegres con un par de gintónics y nos besamos como nunca hasta que anunciaron la última canción. Quedaba poca gente en el salón y sonó “killing me softy with his song” en la voz de Roberta Flack. Nos abrazamos y bailamos. Te repetí que te quería. Te pregunté si me querías. Me abrazaste más fuerte y no quisiste mirarme a los ojos.
Horas más tarde, mientras jugaba con tu pelo y vos con tus dedos dibujabas círculos concéntricos en mi ombligo, te dije que tenía el presentimiento de que no nos volveríamos a ver. “No pienses en eso, el azar nunca deja cabos sueltos”, fue tu conclusión.
73 comentarios:
No es la primera vez que me haces llorar, no te lleves ese mérito.
Una noche de baile con sabor a despedida, una buena canción de fondo.
O has vivido intensamente o tu imaginación es delicios; o ambas cosas.
Un beso con melancolia de lo nunca sucedido Marcelo...
Me dejaste un nudo en la garganta que no sé cómo explicarlo.
Este tipo de historias nos marcan, eso es lo peor. Y de la proxima persona que aparece desconfiamos, y nos ponemos en el rol del que nos lastimó a nosotros.
Love sucks.
Me has dibujado una sonrisa dulce y triste al mismo tiempo. Sé que las mejores historias no siempre acaban como nos gustaría, pero lo cierto es que eso no les resta belleza en absoluto.
Tuvo que ser sin duda especial y tú tuviste que serlo para ella. Y lo tuvo que ser ese baile :´)
Un abrazo
Bueno pero ¿hay segunda parte o nos quedamos así? Ese final es intrigante, cuente, cuente...
Que historia hermosa!!!Y nos dejaste así, sin conocer el final.
Me hiciste acordar a mi primer amor. Veia exactamente igual nuestra historia de amor a como la contaste.
Y que bueno que es que el amor nos deje algo sembrado. Esta re bueno.
Volveré para conocer la continuación de la historia.
No Mika, el no da segundas partes. Y con esto alcanza, el final esta en cada uno de nosotros que lo lee...
A vos, que lo escribiste, que puedo decirte... como siempre, tu sindrome de la hoja en blanco te hace muy bien!
Entonces ud es un perceptivo, porque intuyò que no la iba a ver mas?
Temazo y que bueeeen post. Me lo guardo.
Qué historia más bonita!!! que romantica!!
Estaba enganchada leyendo...
besos
Me acabas de describir ami.. y algunas varias situaciones de mi vida.
pense que era la unica y me sentia bastante deforme tengo que admitirte..
un besote doble
Marce...me encanto tu post. Engloba mucho de lo que es el amor: pasion, sufrimiento, felicidad, compartir, penetrarnos de esa forma tan imperceptible. Mas que en el carpe diem me quedo en eso de que el azar no deja cabos sueltos. Y esa frase, la hiciste tuya, y hace poco me la regalaste. Un beso enorme
Hay gente que pasa por nuestra vida dejando huellas que ni el tiempo ni la lejanía podrá borrar jamás, gente que nos hace crecer, amores que duelen, pero que nos reconfortan. Bonita historia, me quedé enganchada leyendo este relato de tu vida, me gustó saber más de ti ....
y por fin, se desveló el misterio de "el azar no deja cabos sueltos".
Besosssssssss!!!!!!!!!! y Pura vida Manolo! jejejejejejeej ;-)
si ella lo quiso asi, que asi sea. A veces no depende de nosotros mismos el planificar el futuro de otras personas, aunque nos gustaria que fuera diferente porque nos incumbe... si asi fuera yo ya habria decidido por otra persona..
un beso
Lo importante es que disfrutaste del momento, Carpe Diem.
Un beso.
Maravillada leo tu texto.
Hay veces que una mirada nos acompaña toda la vida.
Mi abrazo compañero.
un placer leerte.. como si me lo contaras en persona.. me agrada como escribes.. saludos:)
-Gladys Ames-
Una historia emocionante, que toca alguna fibra sensible por ahí... me gustó mucho. A veces es mejor que las cosas sean así sin más. Sin planearlas, y dejarlas fluir.
SAludos!
Recuerdos que almacenamos en el baúl de nuestra memoria y que difícilmente pueden ser borrados. Por lo que leo, este es uno de esos casos.
Un beso. Bonito recuerdo.
Ay,ay ay los recuerdos cómo nos la juegan.
Estuve de obras. Espero que te guste mi nuevo hogar...
Un besazo, Marcelo.
Mamen
Pero bueno, ¿se volvieron a encontrar en algún momento de la vida? Como esos amores que dejas de ver por un buen tiempo y de repente te lo encuentras en la calle, y lo único que quieres es comértelo a besos....??? Fue así???
Cuenta, cuenta
Besos
supongo que no, qu eno volviste a verla...
triste historia
un saludito
supongo que no, qu eno volviste a verla...
triste historia
un saludito
y asi fue nomas. nunca mas volvieron a verse, pero vos la seguis recordando divinamente.
cariños
por eso yo los ando atando :P
(qué linda)
Dios pero es que me has dado en el alma , tengo un nudo en la gargantaª
No puedo decir que el final es triste, porque no veo un final.
Esto sigue, hasta que siga la vida.
Puede que sea cierto eso de los cabos sueltos, nunca se sabe.
Salute muchacho!
Estas historias! Creo que todos tenemos alguna escondida, de esas que te dejan el corazón abierto.
Me da mucha impotencia que tengan un final inconcluso, cuando se trata de sentimientos tan fuertes.
Saludos,
Una bonita historia... Me gustó el recuerdo que te queda de ella.
Un saludo
me gusto la historia, pero el sentimiento que dejas al final es de pregutarse si la volveras a ver
yo creo que hay personas que aunque nos recen dejan algo
gracias por tus saludos en Sucesos, el alma siente por eso habla
que estes muy bien, un abrazo grande
besitos
besos y sueños
El azar nunca deja cabos sueltos aunque pase mucho tiempo, quién sabe si la encontrarás algún día en un aeropuerto, un día que viajes tú, un día que viaje ella, o ¿quien sabe? a lo mejor vive donde vives tú y hasta ahora no os habéis encontrado.
Si tengo encontrado gente de mi pueblo (3000 habitantes) al otro lado del charco ¿porqué tú no vas a encontrarla? aunque sólo sea para recordar viejos tiempos.
Saudos
Vaya Marcelo, que historia más bella. Y una banda sonora perfecta, sin duda.
Yo también creo que el azar no deja cabos sueltos. Pero hay que creer de verdad en ello, es casi una cuestión de fe.
Besos mil.
Es muy lindo lo que contaste...
A veces no hacen falta palabras para decir lo que uno siente...
"Yo s� que me quieres y est� bien..." El Mendigo en el and�n, Ser� Gir�n...
Ahh Marcelo!!
es que te llevas las palmas con este texto.
La frase final, es de pronostico. A mi me ha dejado pensando. Serà porque vivo algo similar??
En fin, esta es de las historias que uno se preguntas, son "historias o vivencias"
pero al final, la vida acaso no esta llena de historias?
un abrazo, y felicitaciones por tan bella narrativa.
MUY BUENA HISTORIA .
QUEDAN LOS RECUERDOS , PERO NUNCA EL OLVIDO .
UN ABRAZO
ADAL
Esa canción me mató varias veces!! y yo un día me fui sabiendo que no volvería a volver a ver a alguien que se quedó esperando por mi!
Que increíble como escribis Marcelo!!
Un saludo!!
Mi apreciado Marcelo., ya habia venido antes. ya me habia deleitado con tu historia., no siempre es buen momento para dejar algun comentario., a veces las palabras no salen., y como se pueden escribir las emociones?, los sentimientos?., verdad?.
Despues de volver a leer por tercera ocasion este maravilloso texto, no me queda mas que agradecer profundamente estas palabras, este maravilloso homenaje a los recuerdos de un hombre. Alguna vez escribi de eso., alguna vez crei que los hombres no tenian memoria. Disfruto mucho equivocarme. Un abrazozozozozzote Marcelo
hace mucho tiempo que un post no me produce esta sensación tan extraña
acabas de describir a la mina que todas quisiéramos ser.
saludos
debe ser maravilloso q alguien te ame con tanta ternura...
Sos superior. Definitivamente superior.
Y Roberta F. me mata.
Besotes.
Espero Marcelo no te hayas olvidado de tu amiga mexicana en estos días que me ausente... tu historia bella, sabes llegar a mis entrañas y sentir que es una emoción poder leerte, regrese y ya ando muy contenta... lo sabrás en el blog!
Marcelo
leo y leo y siempre soles dejarme sin palabras...
tenes una forma de expresar las cosas, como si compusieras musica! y todo encaja perfecto, describis momento sy situaciones y uno llega a ese momento y lugar determinado transportado por tus palabras.
es maravilloso.
besotesss
Ce
Sabor agridulce me has dejado... como en esas películas que deseas con toda el alma que acaben de una forma, aunque sabes no será así... pero hasta que no aparecen los títulos de crédito crees que aún hay esperanza...
Sabor agridulce me has dejado... como en esas películas que deseas con toda el alma que acaben de una forma, aunque sabes no será así... pero hasta que no aparecen los títulos de crédito crees que aún hay esperanza...
Belísima forma de escribir...
Me retiro con un poco de nostalgia en mi alma
Besos
Belísima forma de escribir...
Me retiro con un poco de nostalgia en mi alma
Besos
Marce, estoy super contenta de poder volver a leerte(estuve un buen tiempo sin internet), es lo tuyo muy mágico, por unos minutos me transporte 20 años atras, uuuuufff, que loco. Gracias Master, no hay con que pagar esta delicia de lectura. Tu protagonista, una diosa. Te dejó ese sabor extraño de las vueltas de la vida.
Qué hermosa historia, realmente leerte es un placer.
Te mando un beso enorme :)
Que fuerza tiene tu escrito…
Vaya despedida más sincera por parte de ella y más a la desesperada por parte de él. La vida misma…
Un saludo amigo de
marvision
sera q el señor destino simpre nos deja algo preparado para ponerle sentido a la vida!
besotesssssssss
q triste!
yo también conozco de estas cosas... pero el tiempo, mi querido, creeme q todo lo cura.
salute!
alo?
me encanto!!!
“No pienses en eso, el azar nunca deja cabos sueltos”.Me ha encantado esa frase, creo que no hay mas que decir
Marcelo pasé para desearte un feliz día de San Valentín, fecha que puede ser la perfecta excusa para bonitos momentos junto a todos los seres queridos, . Un abrazo.
Nada nuevo?. un abrazozozozote.
Wow... y suena a historia real... que afortunado eres :D
Buen día!
venia a dejarte un saludito...besos su
Marcelo se te echa de menos
Espero que todo bien por ahi...
...nuestras ciudades y escapadas, pródigas en recuerdos de antaño, me tranportaste al pasado...
Gracias
Saludos
Marcelo es muy importante:
Apenas puedas pasa...
No es mi estilo hacer publicidad de mi blog, y en tantos meses que llevo haciendolo, por suerte he cosechado buenas migas para esto de la comunicación, hoy quiero invitarte a la úlitma entrada que colgué (libertad de expresion) porque tiene una noticia que nos afecta a todos los propietarios de blogs, no importa tu servidor ni tu ideologia ni tu estilo, simplemente el hecho de tener un blog ya te involucra y espero que pique y se extienda. Te adelanto que no es muy buena, solo te tomará unos minutos, no te preoc. por dejar comment sino tenés tiempo, me alcanza con que te hagas eco del tema. Un abrazo
¿donde te has metido Marce?
estás perdido últimamente...espero que todo vaya bien y que vuelvas pronto...
un besote!
Ande andas Marcelo que se te hecha tanto de menos????
Sólo espero que pasándolo mejor que escribiendo!!
Besotes!
Marcelito amigo mio... se que no has entrado mucho, no te desaparezcas... por cierto me cambio de ciudad, espero que en ese inter sepa de nuevo de ti, por cierto donde subiste tus canciones? porque en el servidor donde subi unas mias... estas ya no las toca... asi que espero me auxilies por ahi, sale? un beso!
Mmmm...te pego demasiado me parece. Te dejo re ma... pobrecito. Pero es bueno ver que los hombres tambien sufren!
Gracias por compartirlo...
siempre es un gusto volverte a leer
un abrazo y que estes muy bien
besitos
besos y sueños
Tu nostálgica historia me recordó a esta canción...
..."Como estás querida tengo esposa e hijos
de ves en cuando hablo con ella y hasta hago el amor,
no es que quiera molestarte, pero me es imprescindible
sentarme en un café, y soñar un poco...
y tal vez amarnos."...
"Mi Caramelo" -La Bersuit-
Muy bello post, excelente para este lunes de madrugadas...
Saludos
HOLA AVISO QUE ME MUDE EL BLOG
AHORA ETOY EN
WWW.MOROCHA-MALVADA.BLOGSPOT.COM
BESOSSSSS
Hay alguien en casa??, Marcelo, pase por aqui y veo que no hay novedades, asi que te dejo un abrazo. y esperamos tus decires..
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Buenasss!
Por ahora paso solo para contar que me mude, ahora que me acomode vuelvo tranquila para leer y postear.
Esta es mi nueva casa, agendatela :P
Es facil ver quien soy desde mi blog :P
Adivina adivinadorrr
besotessss
Por lo menos podes contarlo, porque sucedio!!!
Muy lindo post :)
Sigo echandote de menos Marcelo
Precioso pibe!!
cuando pongo para escuchar la cancion sale esta:
Kiliing me softly with his song
Quien tiene esa voz de diosa?? no me digas que sos vos. Lo parió, no te conocía esa faceta, muñecona.
Saludos
Senén
(Y sigo sin escuchar al grupo joraca)
Vea don este hombre. Lindo relato este, que ha hecho llorar varias féminas. Pero a mi no me engaña, conociendo sus intereses "sesuales" (Le manda cariño el negro Cacho, dice que lo extraña)
Bien, otro si le digo que su relato -bien estructurado y bien escrito - no hace sino confirmar aquello de que "Billete mata galán".
Mejor residencia en las uropas que amor del bueno en el tercer mundo.
Pero asi es la vida
Se cuida
Senén
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