martes, diciembre 06, 2005

un giro peligroso

Es innegable que la tarea desempeñada por Kirschner en el comienzo de su mandato ha sido por demás encomiable, pues tuvo que batallar en varios frentes calientes al mismo tiempo. Hacer frente al FMI que se venía por todo, conciliar con Brasil para que este no aprovechara el mal momento argentino para sacar ventajas irreductibles y mantener a flote una economía interna donde lo único que crecía era la pobreza, fueron básicamente tres grandes desafíos en su gestión.
Pasado el tiempo se puede decir que ha sabido contener el “tsunami” que representaba cada uno. El problema que ahora se le presenta es como mantener el equilibrio sobre la delgada línea desde la que penden todos esos logros. La economía, como siempre, sigue siendo paradojal: han crecido las reservas, la inflación se encuentra medianamente controlada, pero la pobreza y el desempleo no paran de crecer, por mas que los diarios se empeñen en mostrarnos cifras engañosas. Cualquiera que tenga familia y amigos en Argentina sabe que, la mayoría están cada vez mas ajustados en sus presupuestos con un poder adquisitivo demasiado estrecho. La informalidad y el trabajo en negro siguen siendo moneda corriente en una sociedad que no acepta vivir de otro modo, simplemente, porque así se gana más.
El hecho de tener que transitar por tan estrecha senda hace que el malabarista, ante el menor descuido, comience a perder el equilibrio. Y esto es lo que esta comenzando a suceder en Argentina, y la única manera de que no se caigan todos los platos es buscando ayuda externa. Entonces Kirschner, en el plano internacional, se “hace amigo” de Venezuela, por aquello de que si soy amigo del mas malo, entonces cuidado que también soy malo; y en el plano local coquetea con los piqueteros, por la misma razón.
Lo que no se da cuenta es que este es un giro peligroso hacia un terreno en el cual puede quedar empantanado, atascado y sin retorno. Alinearse con Venezuela es mirar con demasiado cariño hacia el totalitarismo y volver al control de precios, para combatir la inflación es recrear la política de Perón, que ya sabemos donde termino: en el Rodrigazo. La frutilla de la torta es alentar a los piqueteros a controlar personalmente almacenes y supermercados regresando a la época mas oscura de la economía argentina cuando los grupos de tareas más radicales de los gremios ejercían de policía de control.
Digamos que su nuevo desafío es como separar la paja del trigo y deshacerse paulatinamente de la influencia de todos aquellos que en su momento le hicieron el aguante, pero que ahora le pasan factura.

lunes, diciembre 05, 2005

un país congelado

“Pizza con champagne” vendría a ser una forma moderna de “la biblia y el calefón”, lo que nos demuestra, lamentablemente, que las cosas en nuestro país no han cambiado durante los últimos cien años.
Hace tres años que salí de aquello y siento que mas que haber emigrado, he emergido. Durante este tiempo han pasado tantas cosas a mi alrededor, en el pais donde vivo, en la ciudad donde vivo, que tengo la sensación de que viví fuera toda mi vida, en cambio, leo los diarios virtuales de Argentina y me parece estar leyendo el del día siguiente a la noche que me fui.
Argentina ha sido y es un país quieto y congelado, donde nada cambia dinámicamente; donde los cambios son solo posicionales. El que encuentra un agujero donde “robar” (en el sentido más amplio que sólo los rioplatenses podemos dar a esa palabra) se atornilla y solamente lo abandona para ocupar otro nicho mejor remunerado o por muerte.
Es así que, según pasan los años, en la política y el espectáculo, por citar apenas dos ejemplos, son siempre las mismas caripelas.
Menem –el mas grande mentiroso y caradura que ha dado la politica nacional- acaba de jurar como parlamentario. El mismo que sigue sosteniendo que la solucion es el uno a uno, cuando el plan fracasó por los cuatro costados y terminó enriqueciendo a una pequeña casta de corruptos en detrimento de cientos de miles que tuvieron que irse a buscarse la vida por ahí. Qué decir del regreso de Chacho Alvarez, un “tío” que pintaba bien al haber abandonado el barco radical, cuando vio la que se venía, que no ha podido resistir el anonimato y los números rojos en su cuenta bancaria, y vuelve; por una puerta lateral como es el MERCOSUR, pero dispuesto a ponerse otra vez en la fila de los que quieren atornillarse. Tambien están los que se resisten a desprenderse del estatus de politico, como Duhalde y su entorno. Pero ojo que a Duhalde le queda cuerda para rato. ¿Alguien sería capaz de creer que el “taladro” se va a retirar a cuarteles de invierno a ejercer abogacía? ¿Alguien puede suponer que la Chiche, luego de haber trajinado lo que trajinó se va a ir sin su lugar en la historia?
Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!.....como diría cualquier pibe. Aguardará pacientemente a que pase el temblor y renacerá como un ave fénix, con las manzaneras, las costureras, la ferreteras o las que sean. El aparato para lanzarla a ella o a cualquiera sigue intacto y se llama: amnesia colectiva. Los argentinos tenemos mala memoria. En general el ser humano la tiene, pero en nosotros ese mal esta potenciado.