Váyanse al carajo...!!!No puede pasar inadvertida la conspiración que está llevando a cabo el gobierno de los Estados Unidos para desestabilizar a los gobiernos que no le son leales en Sudamérica. Ocurre como hace 35 años, cuando, casualmente, un 11 de setiembre, dieron por finalizada una operación que había comenzado un par de años antes, para “voltear” al gobierno socialista de Salvador Allende.
Hoy, si uno analiza fríamente la política exterior que los yanquis han desarrollado en todo el mundo desde que asumieron el rol de cheriff del universo, no puede evitar ver que están preparando el terreno para los próximos diez años.
Se sabe, porque está escrito tácitamente en su filosofía política, que Estados Unidos debe mantener siempre uno o más frentes de guerra, donde enviar marines, donde vender armas, donde esquilmar riqueza ajena para mantener el monstruo de siete cabezas que es su propia nación. América del Sur, se ha transformado entonces, gracias al resurgimiento de una izquierda aburguesada (pero izquierda al fin) en la excusa perfecta para hincar el diente.
La conspiración, como arma de guerra, fue inventada mucho antes de que nacieran los Estados Unidos, pero hay que reconocer, que éstos son quienes han sacado mejor partido de ella. Es que desde que el mundo es mundo en materia de comunicación, cada vez que hay una conspiración política, económica o social, por defecto, se asocia a los Estados Unidos. Han demostrado que no les tiembla el pulso, ni siquiera para utilizarla en su propio territorio. Recordar que aún hay quien sospecha que detrás del 11-S hubo una conspiración interna. Pensar solamente, que desde hace siete años el enemigo número uno, es decir Bi*n Lade*n, no existe. Es como los OVNIS, todo el mundo habla de ellos pero nadie los vio.
Hoy, con una América del Sur despertando de un letargo de casi doscientos años, los Estados Unidos se encuentran que ya no le quedan pueblos aliados. No existe en la faz de la tierra una sola nación, donde su pueblo sienta simpatía al menos (porque hablar de respeto ya sería una utopía) por los Estados Unidos. Apenas cuentan con algunos políticos leales, que dicen representar a sus pueblos -aunque todos sabemos que no es así- que todavía son capaces de ponerse de rodillas ante un tipo nefasto como Bus*h y lo que él representa.
El aparato conspirador está trabajando a destajo en América, en Medio Oriente, en Africa. El objetivo es desestabilizar para ir creando futuras hipótesis de guerra. No nos engañemos ni nos dejemos engañar. Puede que tipos como Evo Morales, Hugo Chavez y otros presidentes sudamericanos sean unos patanes, pero son la última barrera de contención para preservar las raíces y riquezas de nuestro continente. Sólo por eso merecen ser defendidos.