lunes, diciembre 05, 2005

un país congelado

“Pizza con champagne” vendría a ser una forma moderna de “la biblia y el calefón”, lo que nos demuestra, lamentablemente, que las cosas en nuestro país no han cambiado durante los últimos cien años.
Hace tres años que salí de aquello y siento que mas que haber emigrado, he emergido. Durante este tiempo han pasado tantas cosas a mi alrededor, en el pais donde vivo, en la ciudad donde vivo, que tengo la sensación de que viví fuera toda mi vida, en cambio, leo los diarios virtuales de Argentina y me parece estar leyendo el del día siguiente a la noche que me fui.
Argentina ha sido y es un país quieto y congelado, donde nada cambia dinámicamente; donde los cambios son solo posicionales. El que encuentra un agujero donde “robar” (en el sentido más amplio que sólo los rioplatenses podemos dar a esa palabra) se atornilla y solamente lo abandona para ocupar otro nicho mejor remunerado o por muerte.
Es así que, según pasan los años, en la política y el espectáculo, por citar apenas dos ejemplos, son siempre las mismas caripelas.
Menem –el mas grande mentiroso y caradura que ha dado la politica nacional- acaba de jurar como parlamentario. El mismo que sigue sosteniendo que la solucion es el uno a uno, cuando el plan fracasó por los cuatro costados y terminó enriqueciendo a una pequeña casta de corruptos en detrimento de cientos de miles que tuvieron que irse a buscarse la vida por ahí. Qué decir del regreso de Chacho Alvarez, un “tío” que pintaba bien al haber abandonado el barco radical, cuando vio la que se venía, que no ha podido resistir el anonimato y los números rojos en su cuenta bancaria, y vuelve; por una puerta lateral como es el MERCOSUR, pero dispuesto a ponerse otra vez en la fila de los que quieren atornillarse. Tambien están los que se resisten a desprenderse del estatus de politico, como Duhalde y su entorno. Pero ojo que a Duhalde le queda cuerda para rato. ¿Alguien sería capaz de creer que el “taladro” se va a retirar a cuarteles de invierno a ejercer abogacía? ¿Alguien puede suponer que la Chiche, luego de haber trajinado lo que trajinó se va a ir sin su lugar en la historia?
Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!.....como diría cualquier pibe. Aguardará pacientemente a que pase el temblor y renacerá como un ave fénix, con las manzaneras, las costureras, la ferreteras o las que sean. El aparato para lanzarla a ella o a cualquiera sigue intacto y se llama: amnesia colectiva. Los argentinos tenemos mala memoria. En general el ser humano la tiene, pero en nosotros ese mal esta potenciado.

2 comentarios:

Milongas dijo...

La mala memoria es un mal generalizado a nivel internacional, no creo que sea patrimonio sólo de Argentina, lo que sucede es que la gente está más preocupada de vivir que de la política, lo que puede llevar a que las cosas a corto plazo no mejoren.
Salu2.

carmen jiménez dijo...

La amnesia como bien dices, es colectiva, y como no soy conocedora de la política argentina, aunque sí seguidora de lejos, creo que ciertamente los argentinos pierden incluso la memoria a corto plazo. Porque que los españoles la vayan perdiendo, es triste, pero hasta comprensible. Lo malo es que debió de haber un tiempo en el que la Historia era reciente, y aún así, optaron por olvidar, que no por perdonar. y mira, que yo creo que sería mejor perdonar aunque no se olvide. Un beso.