Cada año, luego de la reunión, el G8 emite un comunicado grandilocuente con el cual espera convencer al resto del mundo, de que está trabajando en la tan ansiada solución al problema de África. Y cada año nos miente a todos como a párvulos. Tiran la pelota para adelante y reparten una lluvia de monedas, que vista la sequedad del continente, hasta parece una lluvia torrencial. Pero no es más que una limosna inútil
Mientras tanto, el mismo G8, encaramado en otras organizaciones, gasta ingentes sumas de dinero en financiar guerras liberalizadoras, que todos saben no van a liberar a nadie, porque si hay algo que la fuerza jamás ha podido, es torcer la autodeterminación de los pueblos. Lamentablemente, el mundo, -y me refiero a los ciudadanos comunes y corrientes- sabe que ni las guerras transformarán a las naciones del medio oriente en paraísos occidentales ni que en el corto o mediano plazo se va a terminar la hambruna y las epidemias en África. Los gobiernos jamás escuchan a los ciudadanos una vez que estos los han colocado en el poder. Sólo con aceptar las más mínimas reglas de la democracia, los dueños del mundo, es decir el G8, harían del mundo un lugar mucho mejor de lo que es, más justo y equitativo.
Se realizan condonaciones de deuda externa a naciones donde su población sobrevive con menos de un dólar al día, pero nadie denuncia que los cuatro, cinco o seis mil millones condonados descansan en cuentas privadas de bancos suizos o en paraísos fiscales. Se intenta forzar a las naciones africanas a adoptar modelos económicos que han fracasado rotundamente en otras regiones del mundo como Sudamérica, simplemente porque son recetas que potencian la corrupción del estado. ¿Quién puede ser tan ingenuo de creer que un sistema de privatizaciones, liberalización del comercio y desregulación puede ser beneficiosa para cualquiera de las naciones pobres de África?. Nadie, por supuesto. Ni ellos lo creen. Sucede que es la manera que tienen las grandes potencias de hacerse legalmente con los recursos naturales y energéticos de esas naciones, que por otra parte, no son poca cosa.
África sigue siendo un continente en estado colonial y los africanos siguen siendo tan esclavos como sus antepasados que fueron cazados y embarcados hacia América hace cuatrocientos años. Sólo ha cambiado el método.
Un nigeriano que malvive con un dólar por día mientras su país es el octavo productor de petróleo del mundo es lisa y llanamente un esclavo y su patria un estado colonial.
El cambio en África empezará el día que su población reciba una educación que le permita elegir a sus gobernantes sin temor; una educación que cree en ellos la conciencia del cuidado personal y del medio ambiente. A partir de allí, habrá que esperar los tiempos lógicos de la transformación.
Mientras tanto el deber de la grandes potencias será velar y ayudar a llevar a cabo esa transformación. El único problema es que luego va a ser imposible canjearles los diamantes por espejos. Caso contrario, seguiremos asistiendo al espectáculo del perro que se quiere morder la cola y a excelentes festivales de rock en Nueva York y Londres.
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10 comentarios:
vengo de otro blogger..porque el comentario que ahs dejado... es unagran verdad..escribir..es esculpir..lo que el alma clama.
un beso
Me encanta como pones el dedo sobre la llaga... y lo retuerces un poco y otro poco. Obstinadas, confusas, hechos truncados, fríos avalados por los medios masivos de comunicación. Grandes titulares para sus campañas, frases contradictorias que me acosan... así leo tu post, con el que cortas la tiniebla, desnuda, sentir que el África negra es la gran llaga del mundo. Pueblos que son una pústula completa, y cada llaga es llama, deseos truncados, rencor acumulado, la cuota de terror que tratan de envolver en la neblina de sus grandes circos.
Te dejo mis besos torrentosos bajo un cielo enceguecido.
Natinat
Es una pena, porque lo que decis es cierto.
Es una verguenza, porque son idiotas si creen que les creemos!!
Y encima, con la que se esta armando ahora!!! quien va a pensar en Africa???
Bueno, esto es lo que hay. Así ha sido la vida siempre. Lo mejor que podemos haces es denunciar y tu lo estás haciendo. La desesperación no lleva a ningún lado, por lo demás toda la razón amigo
Un saludo y gracias por tu visita
Marvision
Ha se me olvidaba, "doble vision" "marvision" casi nos llamamos igual.
eres el primero que me encuentro con esta característica.
otro saludo, marvision
¿Qué podemos hacer, además de denunciar? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer?
Los Gobiernos son culpables, las Multinacionales son culpables, y cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad - minúscula, sí, aunque real - que no afrontamos.
Me duele África, pero miro hacia otro lado con disimulo.
Un beso.
Pero si todos alzaramos nuestra voz diciendo que no somos tontos, que no creemos nada de lo que nos dicen, que nos mienten y que son unos ladrones, por ahi la cosa seria distinta. Y el G8 no penso en invadir Africa para destronar a los tiranos que someten a la poblacion? Por mucho menos, corrio y sigue corriendo sangre en Irak.
Mientras el poder pretenda seguir enriqueciéndose, mientras quienes lo ostentan lo hagan en base al capital, mientras el dinero siga siendo el verdadero motor de ación del mundo... mucho me temo que las cosas no cambiarán.
Lo que se hace tras estas reuniones es como la falsa y nimia solidaridaad de quien teniendo cada día con qué comer decide que las Navidades son buenas fechas para apadrinar un niño, aunque sea por unos meses, hasta que se autoconvenza de que total tampoco es que vaya a servir de nada y siga su vida... hasta el siguiente "ataque" de humanidad.
El hambre y la pobreza en el mundo no se acaban porque no interesa, porque solo mientras haya explotados habrá privilegiados que puedan enriquecerse con ello.
hola!
he visto el comentario que me has dejado.
GRACIAS por leerme!
yo empezaré a leer el tuyo.ya te diré.
besos!
miss Smile
Cierto. Todo es dolorosamente cierto.
Un beso.
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