domingo, octubre 22, 2006

ALONSO BICAMPEOOOOOONNNN!!!




Fernando...Gracias por ésta alegría!!!

domingo, octubre 15, 2006

Josemi,
el niño que quería saber de historia

José Miguel de doce años recién cumplidos, vivía en la afueras de Madrid. Era el menor de cinco hermanos de una familia que se dedicaba a la cría de ovejas. Su padre que era herrero, una profesión que había heredado de su abuelo, trabajaba en una fábrica de herrajes para carros pero también ayudaba en las tareas de la casa. Su madre había aprendido los secretos para hacer el mejor queso de leche de oveja que había en la zona, y los había transmitido a todos sus hijos. Las tres hermanas de Josemi, apenas concluyeron con la escuela elemental se dedicaron plenamente a la fabricación de los productos lácteos, mientras que su único hermano, el mayor de todos, deseaba graduarse cómo médico, para lo cual, estudiaba en una universidad de Vizcaya.
La familia vivía con cierta holgura económica, aunque los padres de Josemi no se cansaban de relatar a sus hijos las historias de los padres de sus padres, gente que, aseguraban, habían vivido épocas muy difíciles. Por entonces las epidemias y las guerras habían diezmado a la población reduciéndola a un tercio y la miseria y el hambre no habían dejado casi ningún hogar sin visitar. Josemi escuchaba aquellos relatos y a pesar de su corta edad, valoraba enormemente el esfuerzo de sus padres por llevar la casa adelante y se afanaba en conocer detalles de la historia de aquellos años negros. Para ello, siempre estaba preguntando y una vez por semana pedaleaba en su bicicleta casi diez quilómetros para ir a una biblioteca en las inmediaciones de la Puerta de Alcalá, a leer historia en libros antiguos. El problema era que debido a un gran incendio que asoló Madrid hacia mucho tiempo, se habían quemado gran parte de los libros que existían en las distintas bibliotecas. Por lo que no había mucho donde leer.
Aquella mañana de octubre, se dirigió hacia la escuela que quedaba a unas veinte calles de su hogar. No usaba la bicicleta a menos que se le hiciera tarde. Le gustaba ir caminando para juntarse en el trayecto con sus compañeros de escuela y tomar un atajo a través de un túnel que, según Manolo el hijo del farmacéutico, había pertenecido a una antigua empresa que explotaba minas de carbón. Bajaban por unas escaleras destruidas, que estaban disimuladas detrás de gruesos portones de hierro, en los que colgaba un cartel de “prohibido el paso”, pero aprovechaban un pequeño resquicio en la parte inferior de uno de los portones para ingresar gateando. Luego caminaban unos trescientos metros sobre un camino de rieles y salían a la superficie a través de una tapa redonda que les hacía aparecer en el patio trasero de una iglesia en ruinas. En una oportunidad, dentro del túnel, habían encontrado un puñado de monedas antiguas, pero éstas les fueron requisadas por el maestro, quien les asustó diciendo que estaba prohibido tener aquellas monedas y que podrían ir presos. A pesar de ello, jamás dijeron dónde las habían hallado.
Era lunes y el maestro Santibáñez, quien además de haberse quedado con las monedas, era el profesor de historia, daría dos horas de clase. Josemi asistía con renovado entusiasmo cada lunes a sus clases, donde el maestro relataba historias fantásticas, todas relacionadas con el pasado de España, Europa y el mundo. Hablaba frecuentemente de los grandes inventos de la antigüedad de los que ya no quedaban rastros; de grandes puentes y obras de ingeniería que ya no existían; de grandes hombres y científicos que habían dado su vida para hacer del mundo un lugar mejor para vivir, pero que no habían conseguido evitar las guerras y las epidemias.
Aquella mañana de octubre al entrar en el aula, el maestro dijo a sus alumnos: “Hoy hablaremos del siglo de los grandes cataclismos y me gustaría que tomen nota de algunas fechas y hechos que os habré de relatar. Saquen sus cuadernos y escriban la fecha de hoy, 15 de octubre del año 2175”.

martes, octubre 10, 2006

Cuánto de Pasión...
...cuánto de Sentido Común



La vida nos impone a cada momento la obligación de elegir. Desde que abrimos los ojos por la mañana elegimos saltar de la cama o quedarnos remoloneando un rato más. Nuestro día es una sucesión encadenada de actos resueltos mediante una elección. Claro, que la mayoría de ellos los realizamos de manera automática sin siquiera reparar en que son la alternativa a por lo menos una de dos.
Luego, están los hechos que, por extraños o trascendentes, nos detienen a pensar y por consiguiente a elegir en base a algo. En estos casos, creo que actuamos influenciados por dos constantes: el sentido común y la pasión . Lo primero nos vuelve más conservadores y lo segundo más arriesgados.
Hace ya mucho tiempo que me planteo que la base de una buena vida- y no digo la felicidad porque entiendo que es un concepto tan amplio como inconmensurable- está en encontrar la proporción justa de pasión y sentido común que adjudicaremos a cada elección.
Entre las muchas acepciones de la palabra pasión esta la que dice que es “el deseo vehemente de algo” y la mayoría de los textos define al sentido común como “la facultad que tiene la generalidad de las personas, para juzgar razonablemente las diferentes situaciones que son parte del diario vivir”.
¿Va quedando claro hacia dónde quiero ir? Porque ¿qué cuota de paz nos da el actuar en función del deseo vehemente que tengamos de algo o juzgar razonablemente la actuación? Quisiera saber cuánto de pasión y cuánto de sentido común, hay que emplear para vivir una vida razonablemente agradable, porque estoy convencido de que allí reside gran parte del secreto. Por supuesto, que las cantidades dependerán de cada persona, desde que cada uno es único e irremplazable.
Particularmente he vivido una vida en la que han pasado cosas y ojo que no digo “grandes cosas”, simplemente digo, cosas. Casi siempre he priorizado el sentido común por sobre la pasión y vistos los resultados, no estoy muy convencido de haber aplicado bien las proporciones; aunque en su momento, en cada elección creí a ciegas estar actuando y eligiendo como debía. Muchos de los que se beneficiaron de mi excelso sentido común, luego me recriminaron el no haber actuado de manera más pasional.
Pero la vida, gracias a Dios, no da tregua y nos pone a elegir siempre, a cada instante, cada cosa; nos hará elegir desde la cantidad de risa que reiremos hasta la cantidad de lágrimas que habremos de llorar...y habrá un día en que nos presente algo dónde no tendremos elección; pues ese día, de nada servirán la pasión ni el sentido común y sería interesante tener la tranquilidad de haber vivido una vida como debe ser vivida.

domingo, octubre 08, 2006

FERNANDO, SOS EL MEJOR!!!



y...uno tiene sus pasiones...

porque la adrenalina hay que soltarla de vez en cuando

y este pibe me devolvió la pasión por la F1...

porque sufrí con el Lole y lloré cuando perdió el campeonato

por un punto en la última carrera...

porque este año no me importa si Fernando no gana el título

porque ya demostró que es EL MEJOR!!!

domingo, octubre 01, 2006

El Amor está en la WEB
(Cupido trabaja a destajo)



Nota: Este texto pretende entretener, pero si alguno se sintiera identificado total o parcialmente con alguno de los personajes puede permanecer en silencio. Todos tenemos un muerto en el armario. ¿Te animas a mostrarlo?

¿Cómo que nunca te has enamorado en internet?
Vamos Lauri, haz un poco de memoria. Y tú, Manolo, no me vas a decir que nunca te has pasado la noche en vela esperando que “Luna de Abril” se conectara al messenger o te respondiera a ese correo con doble intención que le enviaste, donde le dejabas entrever que tal vez eran el uno para el otro. A ver Lauri, ¿cuantas veces fantaseaste con el supuesto caballero que se esconde detrás de ese nick tan sugestivo? Si ya sé, que tienes pareja y que estás muy bien y todo ese rollo, pero confiesa que lo primero que haces cada día es abrir el blog del “Conde de Montecristo” para ver si ha posteado algo nuevo. ¿Ves que tengo razón? Y ahora dime ¿cuántas veces llegaste a desear que todas las bellas y eróticas poesías del Conde estuvieran escritas para ti? Y de aquella noche que no pudiste dormir cuando el Conde y Marujita revelaron su amor nacido en la red, ¿recuerdas?...cómo odiaste a Marujita, esa zorra que también respondía en el blog del Conde y que no mataba una mosca...aquella noche te dormiste a las tantas, abrazadita a Pepe, que es bueno, generoso, educado y mas fiel que Lassie, pero que no escribe poesía.
Y tú Manolo, no me mires con esa cara de perro degollado, que la Lunita de Abril te ha quitado muchas noches de sueño y te ha mantenido con la mente en blanco tantas veces en el consultorio. Porque, Manolo, seamos sinceros...a ti no te falta de nada. Mariajosé es una chavala guapa e inteligente que mira por tus ojos; tienes una profesión que te ha dado una buena posición económica; tus amigos te veneran y en tu familia siempre te ponen de ejemplo, pero todo eso te agobia, al punto, de que muchas veces pensaste en largar todo e irte a vivir a una isla. Eso sí que hubiera estado cojonudo, eh!, te hubiera gustado ser otro Robinson Crusoe. Por eso empezaste a meterte en los chats y un buen día hasta te pariste un blog. A falta de isla en el océano te armaste una isla en el mar cibernético...y claro, ya hecho a la mar, comenzaste a mirar en ese horizonte que cada día te sorprendía con algo nuevo. ¿Ves Manolo, que tu también caíste en la trampa?...Y venías bien hasta que la Lunita de Abril se cruzó en tu camino...y te hizo tambalear la mole que creías antisísmica.
¿Y a ti Chary? ¿qué?... vivías en tu burbuja impermeable hasta que la nueva esa que vino a la oficina con el cabello como cortado a cuchillo siempre vestida de negro y un piercing en la lengua te comió la cabeza con que eras un tía aburrida a la que la rutina y el tedio se estaba devorando... y llegaste esa noche a tu casa y te miraste desnuda en el espejo y por primera vez no te gustó lo que viste. Entonces asociaste a tu incipiente decadencia la frialdad que desde hacia casi un año dominaba en tu relación con Luis... y de pronto quisiste rebobinar tus últimos diez años... y te cayó la ficha de que ibas para treinta y cinco y el pescado sin vender. Y lo hablaste con la vecina de pasillo y ella te recomendó publicar un blog como catarsis. Maldita la hora, no?... te liaste con ese valenciano que te habló como nunca nadie antes te había hablado y fuiste capaz de mentirle a Luis para irte dos días a Valencia... Chari, que tu jamás le habías mentido!...¿y que te quedó del viaje a Valencia? Nada Chari...volviste mas vacía de lo que estabas cuando tomaste el tren. Un verdadero fiasco el valenciano. ¡Que decepción! no se lo pudiste contar a nadie; ni en el blog lo publicaste.
¿Te das cuenta Ramón? No todo lo que brilla es oro, como decía aquel filósofo que no recuerdo su nombre, aunque tu sostengas que a algunos les ha ido bien. Claro, seguramente les ha ido bien a aquellos que lo han conseguido sin proponérselo, pero tú Ramoncín, lo único que querías era ligar. Siempre fuiste tímido. Te costaba acercarte a una niña ya desde el colegio. Y no es que fueras desagradable, al contrario, las chicas siempre te consideraron guapo, pero había algo que te inhibía. Hiciste terapia, pero no resultó. Y conociste a Blanca y en menos de seis meses derechito al altar. Tu primera novia, tu primera y única mujer. Joder Ramón!...hasta que descubriste que detrás de una pantalla podrías ser el más ligón...hasta que descubriste que alcanzaba escribir a diario un par de cursilerías para atraer como nunca lo hubieras imaginado. Y se te agrandó el corazón y la autoestima te creció como la espuma de la cerveza...y fijate ahora, Blanca se ha marchado con los chicos y el follón ese de los bienes gananciales que quedará en parte en el bolsillo de los abogados.
Amigos, que el amor está en todas partes y llega sin avisar...pero no esperéis milagros.