domingo, noviembre 20, 2011

Dos contextos casi idénticos separados por doce años


Días pasados, hablando de la actualidad con una amiga española, le dije que estaba viendo fotogramas de una película que ya había visto. Conozco el final y no acaba bien. Ojalá no se trate del mismo guión con actores diferentes y exista un punto de giro en el cual se modifique el desenlace.
No puedo quitarme de la cabeza la dramática similitud de contexto que envuelve estas elecciones en España con las que dieron el gobierno en 1999 a Fernando De La Rua en Argentina. Se parecen tanto las historias de Rajoy y De la Rua que de solo analizarlo da un poco de repelús. Uno y otro fueron eternos perdedores, inseguros, apáticos y soñadores. Recordando la campaña de De La Rua cuando hablaba de que se encontraba a 100 pasos de la Casa Rosada, mientras el país hacía agua por los cuatro costados después de la debacle que significó la presidencia de Menem, se me presenta la imagen de Rajoy echando al viento sus frases utópicas de creación de empleo y salida de la crisis, como si sólo alcanzara con su sonrisa forzada para convencer al mundo que España es un enfermo atacado por un virus llamado PSOE. La alegría de Fernando De La Rua, duró tan poco que ya ni recuerdo cuando fue que el sueño se esfumó. Al argentino le tocó un país en bancarrota y una sociedad que ya bruñía las cacerolas para salir a la calle a batirlas y a levantar barricadas. Al De la Rua lo sentaron en el sillón de Rivadavia y solo utilizaron su figura mientras que el gobierno lo ejercía entre bambalinas una corporación liderada por su hijo, un publicista y otros secuaces. 

Esto dice wikipedia, de los primeros años del gobierno de De la Rúa, ¿no existe un paralelismo exagerado?

“Años 1999 y 2000 La victoria de De la Rúa se debió al fuerte rechazo público hacia la figura de Carlos Menem, así como también al deterioro de la situación económica del país, que en 1999 terminaba con una caída del PBI de alrededor de 3,4 puntos porcentuales respecto al año anterior. El desempleo se acercaba al 14 por ciento, luego de haber alcanzado la cifra récord de 18,6% algunos años antes, y la pobreza había sido triplicada en proporción a la existente antes de llegar Menem al poder. El país tenía serios problemas en materia educativa y sanitaria, y la dirigencia política tenía una mala imagen pública. Además, el gobierno peronista dejaba un elevado déficit fiscal, con un rojo de más de mil millones de pesos, una deuda externa del orden de los 150 mil millones anuales con vencimientos de casi 25 mil millones en el año próximo. Debido a esto, De la Rúa tomó severas medidas de ajuste con el propósito de sanear las finanzas. El aumento impositivo decretado sobre las clases medias y altas hacia enero de 2000 fue parte de un paquete que procuró en general mejorar la economía, así como atender deudas pendientes como el Fondo para el Incentivo Docente, pero esto resultó sin embargo insuficiente para resolver el deterioro de las finanzas públicas. 
(Cambie De la Rua por Rajoy: Menem por Zapatero; peronista por socialista, 1999 por 2011 y 2000 por 2012 y lea nuevamente) 

Rajoy recibirá un país casi en idénticas condiciones con la salvedad de que España integra la Comunidad Europea, que, en última instancia, ya hasta dudamos si acabará siendo beneficioso o perjudicial, porque cuando un barco se hunde lo primero que se llena de agua son sus bodegas. Particularmente, no creo que Rajoy lleve las riendas del nuevo ejecutivo. Sospecho que será la cara de la sonrisa forzada que aparecerá en los telediarios y que como ha sucedido hasta ahora, los hilos del PP los manejará la misma corporación que le ha dado letra durante 8 años cada vez que tuvo que actuar. La misma que lo mando a recitar el soporífero discurso de oposición en las cámaras y la misma que lo mandó a callar cuando las encuestas comenzaron a vaticinar su triunfo para no perder votos que estaban decantados. Dejar a esta gente la posibilidad de gobernar por decreto es borrar de un plumazo más de veinte años de conquistas sociales. Zapatero capeó el temporal sin protestas ciudadanas; intuyo que Rajoy las tendrá y muy pronto y lo peor, es que dentro de la burbuja azul en la que vive, ni se lo sueña.

6 comentarios:

Bea dijo...

Hoy le dije a mi vieja, y antes de leer tu post, Rajoy es un De la Rua. Cdo los espanioles se aviven sera tarde.

Bego dijo...

Marcelo cuanto tiempo :)
Lo q lamento es tu augurio, lo lamento pq lo creo ¿y q hacemos? ¿q está en nuestra mano?

Gémina dijo...

Está bien tener la libertad de comparar situaciones por lejanas que éstas sean, y sin embargo tan hermanas. Creo que las conquistas sociales no son un baúl de recaudación sino en todo caso un aprendizaje para la andadura diaria y siempre presente y futura, es por tanto que nos negamos a dar forma conceptual a lo aprendido en la historia y nos limitamos a la crítica idealista y por qué no idealizada de nuestro antojo, sin confesarnos ante el experto.

Es difícil comprender pues que la solidaridad humana no nos la da el pensamiento sino el corazón, el sentimiento, entonces, de amor en sí mismo, es inútil hablar de liberalismos, clasismos, autoritarismos o capitalismos, unos y otros tienen las mismas aristas y creemos recortarlas cuando pasamos de un lado a otro de la pirámide, mentes y seres de grupos, que sumamos y restamos a un ganador o a un perdedor, el caso es no ser individuos responsables que aceptamos nuestra conciencia como parte de aquellos (perdedores y ganadores) es más fácil así… pero ello no mejora la situación mundial, y así seguimos, y así contamos.

Es como nuestra propia historia, creemos darlo todo, creemos en dibujos de nubes exuberantes y excelsas cuando las presentimos en nuestras manos, sin poder llegar a entender que nuestra vida sólo tiene un dibujo, no el que marcamos nosotros, no el que desmenuzamos en nuestros sueños con nuestra poesía de amores, sólo tenemos que despertar y mirar a nuestro alrededor para descubrirnos y tomar la realidad amorosa que nos rodea, sin dañar ni ser dañados, sin fingir ni dejarnos engañar, amar sin morir en el intento, simplemente amar y dar a lo amado lo que uno sabe que necesita, no lo que nosotros y nuestros sueños creamos que sea su bien, sino lo que realmente es su bien. Difícil y doloroso, pero tan cierto, como que un niño espera ver la sonrisa de su madre y su padre, no soñarla, no recordarla, vivirla, como la vida misma, sin miedos, sin fríos, sin falsos destinos, haciendo cada uno lo que sabe que su conciencia, le exige, y de ahí, al ser amado, y de ahí a la sociedad entera. Y más…

QuiqueIV dijo...

El paralelismo entre Rajoy y De la Rúa lo encuentro muy bien traído, muy informativo para los españoles y muy acertado en todos sus detalles.
Pero discrepo en tu visión policiaca de la historia. Que Rajoy tenga una ideología política acorde con los avatares actuales, dentro de las posibilidades que le permite la estructura política (conservadora o centrista o social-demócrata) y que su ideología refleje las necesidades de la infraestructura española (burguesa de la periferia imperial), es sentido común de los ilustrados del siglo pasado que somos y de éste. Cosas del marxismo que se dan en la universidad.
Todo lo anterior es sin menoscabo de nuestra responsabilidad, dignidad y libertad mediterráneas. Es decir, Rajoy no es una marioneta; él es tan autentico como tú o como yo o como Zapatero o Suarez o Lula, etc. Todos los privilegiados pequeño-burgueses hemos tenido, en la juventud, la oportunidad de currarnos nuestra ideología (cfr. Mannheim) con nuestro estilo al que creemos súper-original: “Un buen comunista de joven, es un buen social-demócrata al madurar.” (Willy Brandt hablando de su hijo).
Esto no descarta que los grupos que representan a los poderes facticos (USA > burguesía alemana > burguesía española muy dependiente y pensando que Trento fue lo mejor que le pasó > burguesía catalana…), no tengan canales de presión, cada uno a su manera, para marcarle una hoja de ruta a cualquier presidente (incluido el de USA, el de España y el de Brasil). Lo que yo haría, si representara a algún poder, sería influir lo más que pudiera en la selección de los candidatos de los partidos con posibilidades de llegar a la Moncloa (o a la secretaría del PC chino o cubano) . Pero creo que lo de diseñar al candidato nunca funcionará en las democracias europeas. Y menos, programarlo por dentro desde chiquitito.
Pero… ahí va mi hipótesis. Con otro paradigma. Ser jefe de gobierno en España, en esta crisis, es como ser jesuita en el siglo XVII y que te manden al Japón: ¡vas para mártir! El general de los jesuitas (¿Borja?) permitió a los jesuitas portugueses que no mencionaran el sexto y el noveno mandamiento a los japoneses que bautizaron. Ese es el premio para un buen mártir. Por tanto, si yo fuera un buen representante de cualquier poder factico le diría a nuestro buen mártir Rajoy: “Cuentas con mi apoyo, ¿qué necesitas?”. Y le concedería inmediatamente lo que me pidiera (sabiendo que no se iba a pasar).
Siguiendo con la conversación con el representante de los poderes fácticos, Rajoy le respondería en serio: “Querido, manteneros al margen. La prensa de derechas que no me apoye demasiado y que se muestre condescendiente la de izquierdas. El trabajo sucio dejárselo al PSOE; que sea él, el que ponga pegas a la reforma laboral para que yo quede más ‘de centro’. Y dar ejemplo, con una Banca que sin comprometerse con la boca, ponga en practica lo de ENTREGO CASA Y CANCELO DEUDA PARA TODA FAMILIA EN PARO. Y en casos dudosos mediáticos, preguntarme por teléfono seguro. Y que no se os ocurra venir por la Moncloa hasta que termine mi trabajo. ”
Tengo alma mortal y trotskista, y Rajoy es mi presidente, y también mi mártir, por eso, si pudiera le comería el tarro para que apoyara el cambio de la ley electoral, para que en todo momento el peso de mi voto en Madrid fuera la media nacional y que los alcaldes de ciudades de menos de 50.000 habitantes se eligieran directamente por la ciudadanía.

NURIA dijo...

Me encanta este paralelismo, este análisis de la situación económica y social desde la perspectiva " déjá vu", percibiendo que todo es o parece ser exactamente como fue antes.
Es triste creer que todo se repite y más triste que solo seamos meros espectadores y no actores en nuestra propia vida.

mtg dijo...

Y...¡volvi!
;)

Un beso de miss Smile