Este texto puede leerse de modo individual pero si quieres, antes o después, puedes leer la primera parte
... Siempre fuiste un tipo al que le cuesta desprenderse de todo aquello que le signifique un cable al pasado. Es así que, un año y medio después, aún conservas el papel en el que apenas puede leerse: necesidad o casualidad. Cada vez que has querido recordar su rostro, lo has desdoblado y vuelto a doblar. Un año y medio después tu novela sigue inconclusa, pero ella ha regresado de su largo viaje. Lo sabes bien, te lo dice la intuición, que nunca te falla.
Adorarías otro encuentro, pero no programado sino fortuito; un encuentro para revelarse mutuamente cosas nuevas. Te encantaría mirarla en detalle; descubrirle un gesto de esos que se hacen sin que uno se de cuenta; observarla en su modo de coger un vaso y llevárselo a la boca, en definitiva, aprenderla de memoria.
Aquella noche, mientras ella se perdió entre la luces evanescentes que se disputaban cada rincón de la terraza que miraba al puerto, supiste que llegaría un día en el cual volvería renovada, con su equipaje nuevo, lleno de cielos amanecidos y claros.
Ha pasado mucha agua bajo el puente y sientes que mientras el mundo siguió girando, el tuyo permaneció inmóvil. Tu mundo no ha cambiado y prueba de ello es que no le has agregado una sola palabra a la novela. ¿Recuerdas que debía tener un final feliz?... Pues, ¿que esperas para lanzarte de una vez a llegar hasta el final? Todos los caminos llevan a alguna parte, pero el camino hay que andarlo, es la condición para saber qué hay dónde la vista no alcanza.
Tal vez ahora sientas la necesidad de avanzar, de vencer la inercia; quien sabe ahora si ella no aceptaría un papel en tu novela a cambio de que cargues su maleta en algún viaje. Como si se tratara de un pase mágico, la duda se vuelve transparente. ¿Necesidad o casualidad? Ahora sabes que aquella vez fue casualidad.
... Siempre fuiste un tipo al que le cuesta desprenderse de todo aquello que le signifique un cable al pasado. Es así que, un año y medio después, aún conservas el papel en el que apenas puede leerse: necesidad o casualidad. Cada vez que has querido recordar su rostro, lo has desdoblado y vuelto a doblar. Un año y medio después tu novela sigue inconclusa, pero ella ha regresado de su largo viaje. Lo sabes bien, te lo dice la intuición, que nunca te falla.
Adorarías otro encuentro, pero no programado sino fortuito; un encuentro para revelarse mutuamente cosas nuevas. Te encantaría mirarla en detalle; descubrirle un gesto de esos que se hacen sin que uno se de cuenta; observarla en su modo de coger un vaso y llevárselo a la boca, en definitiva, aprenderla de memoria.
Aquella noche, mientras ella se perdió entre la luces evanescentes que se disputaban cada rincón de la terraza que miraba al puerto, supiste que llegaría un día en el cual volvería renovada, con su equipaje nuevo, lleno de cielos amanecidos y claros.
Ha pasado mucha agua bajo el puente y sientes que mientras el mundo siguió girando, el tuyo permaneció inmóvil. Tu mundo no ha cambiado y prueba de ello es que no le has agregado una sola palabra a la novela. ¿Recuerdas que debía tener un final feliz?... Pues, ¿que esperas para lanzarte de una vez a llegar hasta el final? Todos los caminos llevan a alguna parte, pero el camino hay que andarlo, es la condición para saber qué hay dónde la vista no alcanza.
Tal vez ahora sientas la necesidad de avanzar, de vencer la inercia; quien sabe ahora si ella no aceptaría un papel en tu novela a cambio de que cargues su maleta en algún viaje. Como si se tratara de un pase mágico, la duda se vuelve transparente. ¿Necesidad o casualidad? Ahora sabes que aquella vez fue casualidad.
18 comentarios:
Me dejaste pensando y tengo la mente en blanco...le debe costar dar un paso al frente, da la impresión que detuvo su vida en el momento que ella se fue...
Un beso!!
no creoq existan las casualidades...se te extrañaba
a veces, hay que aplicar el refran.. " quien no arriesga no gana" cuando algo nos importa mucho, tenemos que darlo todo por lograrlo... es una historia curiosa..
Perdón por la sinceridad, pero me parecen patéticos los hombres que se enamoran de mujeres mucho más jóvenes que ellos. Patéticos por la falta de conexión con la realidad, y por la imposibilidad de predecir su oscuro futuro tan evidente a los demás.
Son candidatos seguros a ser usados, a ser infelices, y a tener más cuernos que el papá de Bambi.
Pero cada uno elige su método de autoflagelación.
Lo bueno sería que después no vayan llorando por los rincones dando lástima como un chico al que le sacaron un juguete prestado.
No hay nada más deserotizante que un hombre melancólico e ingenuo.
hmmm
falta de amor propio
el avance eres tú mismo, no el resto
.
doblevisión. tal cual
abrazo enorme
aveces un o piensa que las cosas son casualidad...yo creo mas bien que todo ya esta predestinado y que por mas que hagamos sera como tenga que ser...-
aveces las cosas son muy perfectas para ser casualidad..
besossssssssssss
me meterìa con vos
A veces no sabemos bién qué es lo que nos paraliza. Me impresionó esa frase referida a que el mundo ha seguido dando vueltas mientras tú te has detenido. ¡Jamás debemos pararnos! Es más, se trataría de una ilusión, porque lo queramos o no, el mundo y la vida siguen... Besos.
Historia interesante, muy bueno el blog, saludos y gracias por pasarte.
Mi querido Marcelo:
Gracias por compartir esta historia, por pasar al blog y dejarle palabras exactas justo en el momento que mas las necesitaba, tu apareces JUSTO A TIEMPO siempre, por eso cuando vengo a leerte y mas este tipo de escritos suspiro...por lo que dice!
Causalidades.
Besos.
mar
Que lindo leerte de nuevo! El amor es asi impredecible. Pero ya sabras, la vida puede detenerse un minuto, una hora o diez anios, pero siempre se acaba saliendo de la inercia, asi sin darse cuenta (de la misma forma que se entro en ella). Pq la vida es movimiento y las emociones tb son moviles y cambiantes. Besos
el "azar"nunca deja cabos sueltos y tarde o temprano terminan enredándose en un nudo gordiano...
Cuando aún hay un cable que te ata a algo del pasado es porque aún no está terminada esa historia (o porque tú no quieres que se termine), si aquella vez fue casualidad, ahora hay que conseguir que sea mucho más, necesidad como tú bien dices :)
Mi mundo también parece inmovil... necesidad o casualidad? Creo que necesidad...
Me encantó leerte. Es preciosa esta entrada!
BEsos!!
gracias por tu visita y x tu comentario.
La verdad sk tienes razón... Gelman es todo eso.
Tienes un blog precioso y esta entrda me encanta.
Ahora leeré la primera parte.
Un saludo
volveré x aki.
un gusto volver a leerte, abrazos enormes para ti y muchas gracias por pasar por mi blog :)
No me van mucho las casualidades..creo que todo pasa por algo en esta vida.
Un abrazo!
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