Ayer, la prensa traía la noticia de que una carta escrita por Einstein había sido subastada en 260.000 euros... En ella el físico expresaba claramente su opinión acerca de la religión y la Biblia. Pero esto no es el tema del post, sino que fue el disparador. Mientras leía la noticia, desayunando en el bar del Hotel Helmántico de Salamanca, sentí como una flecha atravesaba mi cabeza de lado a lado.
Reflexioné en los tantos placeres que vamos abandonando día a día consumidos por la vorágine que nos impone la vida y la tecnología. Los hedonistas consideraban al placer como el fin único de la vida. Sin llegar a tales extremos, ¿por qué sin darnos cuenta vamos abandonando la costumbre de darnos placer, con cosas tan simples y que están al alcance de nosotros cada día?
Con este post pretendo, a partir de la voluntad de mis amigos lectores, recuperar el magnífico y antiguo placer de escribir y recibir cartas manuscritas.
En una carta siempre llega un pedacito del alma de quien la envía; en una carta hay envuelto un pedacito del presente de aquel día en que fue escrita, ahora transformado en pasado... Escribir una carta es un acto único e irrepetible; es comenzar a edificar un puente que se habrá concluido cuando el sobre vuelva a abrirse. En una carta viaja el perfume, el latido del corazón, el movimiento de la mano, la esperanza y el deseo... una carta es una suma de sensaciones condensadas en letras; es una ventana siempre abierta a encontrarse con el otro; es detener el tiempo y a la vez es viajar a través de él...
Recibir una carta es despertarse y reaccionar; es asomarse a una ventana para ver otro mundo distinto que el tuyo; es embriagarse con las palabras y adivinar al otro en cada vuelta de cada letra escrita... recibir una carta es recuperar muchas veces el tiempo perdido, un tiempo que se devora todo lo que encuentra... pero que nunca podrá hacerlo con ella; una carta es el tiempo en un estado incorruptible. Releer una carta es volver a acariciar el tiempo y por consiguiente es acariciar la vida, olerla, degustarla. Las cartas son insobornables: nada ni nadie puede cambiarlas ya.
Escribimos mucho en la web, en los foros, en los blogs, en mails privados, pero más tarde o más temprano todo desaparecerá porque una vez que apretamos el botón de “send” o “enviar”, ya no nos pertenece.
Quiero volver a escribir y recibir cartas. Quiero tener una caja con pedacitos de tiempo para leer y releer cada vez que sienta que la vida me parece un invento imperfecto. Quiero dejarle a alguien esa caja, cuando la vida me confirme que es un invento imperfecto y decirle que ahí están parte de los mejores momentos de mi vida y que con ellas podrá viajar a través del tiempo, sin someterse a las teorías de Einstein.
En el perfil está mi correo electrónico... prometo escribir cartas a todo aquel que me envíe una dirección postal... prometo responder con una carta a todo aquel que solicite mi dirección postal para intercambiar correspondencia. El desafío está lanzado, si crees que debemos recuperar el placer de escribir y recibir cartas, puedes copiar y pegar este post en tu blog.
Reflexioné en los tantos placeres que vamos abandonando día a día consumidos por la vorágine que nos impone la vida y la tecnología. Los hedonistas consideraban al placer como el fin único de la vida. Sin llegar a tales extremos, ¿por qué sin darnos cuenta vamos abandonando la costumbre de darnos placer, con cosas tan simples y que están al alcance de nosotros cada día?
Con este post pretendo, a partir de la voluntad de mis amigos lectores, recuperar el magnífico y antiguo placer de escribir y recibir cartas manuscritas.
En una carta siempre llega un pedacito del alma de quien la envía; en una carta hay envuelto un pedacito del presente de aquel día en que fue escrita, ahora transformado en pasado... Escribir una carta es un acto único e irrepetible; es comenzar a edificar un puente que se habrá concluido cuando el sobre vuelva a abrirse. En una carta viaja el perfume, el latido del corazón, el movimiento de la mano, la esperanza y el deseo... una carta es una suma de sensaciones condensadas en letras; es una ventana siempre abierta a encontrarse con el otro; es detener el tiempo y a la vez es viajar a través de él...
Recibir una carta es despertarse y reaccionar; es asomarse a una ventana para ver otro mundo distinto que el tuyo; es embriagarse con las palabras y adivinar al otro en cada vuelta de cada letra escrita... recibir una carta es recuperar muchas veces el tiempo perdido, un tiempo que se devora todo lo que encuentra... pero que nunca podrá hacerlo con ella; una carta es el tiempo en un estado incorruptible. Releer una carta es volver a acariciar el tiempo y por consiguiente es acariciar la vida, olerla, degustarla. Las cartas son insobornables: nada ni nadie puede cambiarlas ya.
Escribimos mucho en la web, en los foros, en los blogs, en mails privados, pero más tarde o más temprano todo desaparecerá porque una vez que apretamos el botón de “send” o “enviar”, ya no nos pertenece.
Escribir una carta es pensar en el otro; recibirla es saber que cuando tu ni lo imaginabas había alguien pensando en ti.
Quiero volver a escribir y recibir cartas. Quiero tener una caja con pedacitos de tiempo para leer y releer cada vez que sienta que la vida me parece un invento imperfecto. Quiero dejarle a alguien esa caja, cuando la vida me confirme que es un invento imperfecto y decirle que ahí están parte de los mejores momentos de mi vida y que con ellas podrá viajar a través del tiempo, sin someterse a las teorías de Einstein.
En el perfil está mi correo electrónico... prometo escribir cartas a todo aquel que me envíe una dirección postal... prometo responder con una carta a todo aquel que solicite mi dirección postal para intercambiar correspondencia. El desafío está lanzado, si crees que debemos recuperar el placer de escribir y recibir cartas, puedes copiar y pegar este post en tu blog.
29 comentarios:
Qué buena idea, ojalá logres llenar el cajón de tu mesa de luz con las cartas que escriban...
Las cartas manuscritas son pequeños tesoritos, yo tengo varias que guardaba mi abuela de los años de María Castaña y cuando las leo me siento en esa época... 1.930 más o menos...
Un beso!
Que placer volver a abrir una carta distinta a una factura o públicidad :)
Papel que te trae noticias de un amigo, su tiempo, sus vivencias... Yo me apunto a eso desde ya.
Besos.
A mi me cargan pq yo digo que una de las cosas que me gusta de UK es que usan mucho el correo. Entonces yo me di cuenta que recibia muchas cartas t cada dia, aun hoy, siento mariposas en el estomago cuando chequeo a diario mi buzon. Claro que no son cartas las que recibo. Sino documentacion y correspondencia comercial. Pero a veces, tb hay postales o tarjetas. Yo adopte la costumbre y mando tarjetas a mis seres queridos a rabiar: para los cumpleanios, los comienzos de clase, cuando aprueban un examen, para celebrar la primavera, cualquier excusa es buena. Pq el correo tiene todo eso que vos decis. Ya te paso mi dire por mail. Besos
es cierto ya recibir una cara por correo normal es un milagro pero hay que preservar porque tiene mas sentimiento y emotividad
Hace unas 3 semanas le escribi una carta a mi primo a Austria, razon? estoy sin telefono en casa...
Cuando vivia en Reino Unido escribia y recibia bastantes y hace años, en verano cuando no existian los moviles tb me enviaba correspondencia con mis amigas...
La sensacion es :_)
Un beso grande :*
Yo siempre recuerdo mis epocas de escuela secundaria cuando con mis compañeras nos escribiamos con gente de todas partes del mundo, tanto en ingles como en castellano, y nos mandamos estampillas, postales..
Lo más lindo: la expectativa de esperar una carta durante semanas, calculando la fecha de recpeción y demás. Y así tuve amigos por años en Brasil, Mejico, Estados Unidos y hasta en Malasia..
Lindas epocas por cierto, habria que recuperar esa costumbre porque el papel queda, se relee (yo guardo todo eso) los mails se van perdiendo.
Un beso, buen finde
La poesía eres tú mi querido Marcelo, al pensar en mí te haces sonata, epigrama, sueño, oda, poesía… la vida está llena de vericuetos, encrucijadas, acertijos, laberintos y eso hay que plasmarlo… y en ese plasma tu visión es diáfana, escrutadora cierta de agujeros y puertas secretas a mundos paralelos
Y aquí estoy…
Excelente post amigo, has escritopara el rescate de la correspondencia manuscrita... ¡enhorabuena!!
las cartas son caricias de Colibrí (Cuerpo y mente con alas revoloteando alrededor del nectar)
Saludos con besos cariñosos de la hija de la noche
Naty
Es curiosa tu inciativa. Es como volver a amasar el pan... o hablar en calle con los vecinos... hermoso.
Pensaré en ello.
Te dejo un beso
Natacha.
Es maravilloso recibir una carta.
Sobre todo aquellas q hablan d sntimientos. Hace poco estuve leyendo cartas antiguas, no mías, por supuesto, pero me emocionaban igual.
Un besito
Hola Marcelo, muchas gracias por tus comentarios.
Jaja la verdad es que las cartas parecieran tener un pedacito de cada uno, a pesar de que uno escriba con el mismo sentimiento un mensaje de texto, no es lo mismo... Bueno, todo tiene sus pro y sus contras, un mail o un sms se en envían en el acto, una carta debe hacerse esperar más... es cuestión de gustos y necesidades, quizás la sensación de poder releerlas y ver la letra de esa persona, su improlijidad/prolijidad le dá otro matiz que abrir la casilla de mails.
Me parece buena tu campaña... en una cultura regida por la inmediatez y el no face to face, sería bueno por lo menos verle la cara al cartero o a quien te la envía un poco tímido/a.
Suerte!
Un saludo desde Argentina!
desde hace mucho tiempo, siempre llevo una libreta y un lápiz, nunca dejo de escribir.
si es verdad que parece estar anclado, no hay una cosa que me moleste más, que recibir correos con presentaciones pps, con frases de autoayuda, de una amiga que ni tan siquiera sabe como estoy.
Una vez escribií a todos mis ammigos, que si querían saber de mi, deberiamos quedar para conversar, pero que por favor no más correos absurdos, en cadena.
Recuerdo la última vez que escribi una carta, tonta de mi esperé respuesta, pero nunca llegó, en fin.
Que no me enrollo más.
Besos escritos.
Verdaderamente tienes mucha razon.. hace tanto que no recibo cartas que no sean de cuentas para pagar ni publicidades!! me has llamado a la nostalgia.
Un abrazo.
Es muy cierto lo que dices, la carta manuscrita sobre papel traslada al destinatario mucho de quien la escribe y, sobre todo, tiene la virtud de envejecer con nosotros, amarillearse y adquirir pliegues y arrugas. Pese a eso, yo he comprobado otra cosa: que la inmediatez y la simplicidad del correo electrónico nos permite comunicarnos con personas a las que, de otro modo, no escribiríamos, porque vamos demasiado escasos de tiempo para hacerlo. En fin, lo ideal sería compatibilizar esas dos fórmulas. Saludos cordiales.
está brillante la idea...sabés que además con todo este tema del teclado uno va perdiendo la caligrafía y cuando se pone a escribir en lápiz y papel nota que le falta práctica...me gusta la idea y me uno
te mandaré mi dirección postal por mail.
Un beso
Saludos...
Ya publique mi libro, te invito a conocerlo en mi blog, espero contar con tu presencia...!
Yo quiero. ¿Te mando una dirección y me escribís? :)
HOLA MARCELO!!!
EL POGRESO SE HA LLEVADO MUCHO DE NOSOTROS!
ES CIERTO
UNA CARTA MANUSCRITA ES UN PLACER,
TANTO ESCRIBIRLA,
COMO RECIBIRLA.
EL OTRO DÌA ESCRIBÌ UNA PARA UNA AMIGA DE MUCHOS AÑOS
PUSE EL ALMA ALLÌ... ESE CONTACTO CON EL PAPEL ES INIGUALABLE!
ES UN TESTIMONIO QUE EL TIEMPO SOLO SE ENCARGA DE "AMARILLENTAR",
PERO QUEDA ALLÌ...INALTERABLE!!!
HOY EL BUZÒN SOLO RECIBE "COSAS MUY FRÌAS".
ME ENCANTÒ TU ESCRITO MARCELO!
UN ABRAZO
ADAL
POR LO DEMÀS..
SILENCIO DE RADIO!
VOCÈ ME ENTIENDE, NO?
Un rito sagrado, lleno de conjuros sublimes son las cartas.
Qué pena hace mil lunas que no recibo una.
Hemos perdido algo de magia, quizás.
Un abrazo querido Marcelo.
MaLena.
Vaya Marcelo te concedo la razon, tengo en mente mandar una carta a una parte... para que alguien me lea... no hay nada como una buena carta!
Ciertamente se perdió el placer de escribir y recibir cartas. Sin embargo o dos tres veces al año, yo sigo haciéndolo. Y cuando lo hago me vuelvo a sorprender de mi propia letra (porque la veo tan poco!).
Un beso grande, gracias por tu visita.
Marcelo mi querido amigo dos cosas: Me lleve tu post a mi blog porque de verdad es un permiso que se que tengo autorizado, porque de verdad es un placer llevarme tus letras a mi blog y ayer precisamente estaba hablando con mi hermana de que antes del internet mis primos y yo nos comunicabamos por medio de cartas, hoy el internet simplifica esto y mas... cierto es que ya le perdimos el gusto... pero hasta recuerdo que a mi ex una vez deseo alguna carta mia por correo normal... mmm pues con esto cumplire esa promesa perdida... y no creas a ti tambien, sera algo que disfrute hacer, escribir... como algo que me encanta hacer... besos!!
Uy que pereza ir a correos,Yo te escribiria siempre y cuando el cartero venga a casa a buscar la carta.
Abrazos
Marcelo: Gracias por tu comentario, la verdad me sorprendió y me gustó, todo junto. Con relación a tu post te cuento que yo tengo una caja bastante grande llena de cartas, y como vos decís, cada vez que siento que la vida parece un invento imperfecto ahí están esperándome para ser releídas infinitas veces. Por otro lado, al lado de esa caja, tengo otra llena de papeles de carta que voy usando de a poco.
A pesar de verme envuelta en todo esto de la tecnología no hay nada más lindo para mi que ver la letra del otro. Saber que esa carta estuvo en sus manos y ahora en las tuyas.
Me gustó mucho tu blog,
¡Saludos!
Me apunto!!! Será un placer recibir una carta del puño y letra de mi adorado Marcelo!!!
Me trajiste recuerdos de cartas que cruzaban el oceáno hace ya más de 15 años,....
Un beso!
P.D.- Si quieres ayuda para cambiar algo del blog sólo tienes que gritar, que acudiré!
Otro beso, por guapo!
tengo cajas llenas de cartas que ya no recibo más. a veces imprimo mails para simular que alguien paso horas pensando en esas letras que yo luego degustaria.
hermosa costumbre, la carta.
solo critico a la gente q te mide como persona segun qué leiste y qué no. ellos, los intelectuales, deberian saber de las condiciones de esta sociedad y deberian ser los primeros en no comportarse asi.
argentina esta lleno de pseudo intelectuales que me sacan de quicio. algunos tambien son amigos mios... pero por momentos quisiera matarlos...
amigos nosotros? estas seguro? sabes de lo q hablas? jajajaja!
Es precioso recibir cartas. Todos los veranos yo me carteo con mi mejor amiga pq vivimos lejos y solo nos vemos durante el curso. Podríamos mandarnos emails, pero ambas pensamos que no hay nada con el encanto de una carta manuscrita y dibujada...tan personal, tan entrañable...tan especial...
Cuando abro mi buzón y la encuentro... me siento un pco mas cerca de la persona que me escribe...
Ojalá prospere tu idea de cartearte con tus lectores... quizás me anime y te deje yo tb mi dirección postal...
Besos!!
Hola, llegué por un post de Marian. Yo hace años tenía ese hobby: cartearme con gente "desconocida". Hobby que abandoné por los costos del correo y la vorágine de la vida familiar. Pero... justo este finde me vino la nostalgia de abrir el buzón y encontrar algo más que cuentas por pagar. GRACIAS!!
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