miércoles, abril 01, 2009

Mi recuerdo

El día que ALFONSÍN hizo crecer la ilusión



Aquel domingo 30 de octubre de 1983, me fui temprano a la casa de mis viejos en El Palomar a comer un asado y a esperar que el cambio que se vislumbraba, terminara de hacerse realidad. Los respectivos cierres de campaña daban una ventaja al Dr Alfonsín. Por su parte, Herminio Iglesias, sin quererlo obviamente, le había hecho al país el más grande favor de toda su historia. Las cartas estaban echadas y todo indicaba que Argentina renacería de sus cenizas.
Un año atrás, al finalizar Malvinas, me había comprado un taxi: un Dodge 1500 con la matrícula 3294. Desde mi lugar de conducción había tenido tiempo de sobra para palpar el peso específico que tendrían las elecciones. No se hablaba de otra cosa con los pasajeros y confiaba plenamente en el triunfo de Alfonsín. Mi hija Nadia, con apenas un añito y meses, ya hacía el gesto típico del Radical y repetía “A-chu-chín, A-chu-chín” con una sonrisa y mucha gracia.
El día fue muy largo y la noche se estiró casi hasta la madrugada. Sin internet, ni boca de urna; sin sistemas informáticos capaces de procesar rápidamente la información y generar proyecciones, sólo quedaba plantarse frente a la tele o pegarse a la radio a esperar y sumar. Recuerdo que volviendo a mi casa, aun sin la certeza del triunfo de la UCR, se respiraba un ambiente festivo en las bocinas y banderas radicales y argentinas. Al día siguiente la nación había vuelto a nacer y Alfonsín se transformaba en la gran esperanza para un pueblo que había visto morir a dos generaciones en la más triste decepción. Creo que quienes confiamos en el cambio sentíamos una especie de orgullo al ser protagonistas de aquel presente.
La alegría duró poco porque los nostálgicos de la Argentina pasada no se resignaron. Militares y sindicalistas, cada uno con objetivos e intereses bien definidos, decidieron que debían luchar hasta el final por conservar su poder y sus privilegios. En poco más de cuatro años, el presidente soportó tres alzamientos militares y una decena de huelgas generales que, sumado al frenesí de un poder económico que jamás dejó de especular, fueron minando la salud precaria de la nueva nación.
Alfonsín ha muerto y se lleva el privilegio de ser el último político de buenas intenciones que tuvo el país. Deberá ser recordado como el “Hombre de la Democracia” pero también como el único en la historia al que no se le juzgó por deslealtad o corrupción.
Cuando se están por cumplir 22 años de la rebelión de Semana Santa, todos sabemos que la casa hace mucho tiempo que dejó de estar en orden. Argentina tuvo en Alfonsín a un político de la talla de Felipe González, que, al contrario de lo que ocurriera con el español, no pudo poner de pie y a caminar a su patria. Todo lo que vino después, llámese Menem, Duhalde, DelaRua o Kirschner simplemente, apenas alcanzará para llenar las aburridas páginas de los libros escolares de historia.

13 comentarios:

Alicia's Own dijo...

Me hiciste acordar a esa época en, como vos decís, que no había internet ni celular y había que esperar hasta más de las 12 de la noche para saber el resultado de una elección!

Y me acuerdo, sí señor, de la plaza colmada de banderas, cuando se podía ir a una manisfestación con alegría y sin miedo...y gratis!

Maguita dijo...

buenisimo! gracias porcompartir tan detalado recuerdo!

Maguita dijo...

detallado quise decir, je.

Cynthia dijo...

En su memoria el recuerdo y grito de democracia.

La casa ya está en orden...

besos muchos.

Ana dijo...

Se fue un grande y se lleva con él parte de cada una de nuestras historias, pero queda indudablemente en LA historia.

LocaComoTuMadre dijo...

Hermoso homenaje, para una persona de bien, que no especulò, no tranzò, supo ser honesto y humilde, algo que los polìticos deberìan aprender.

Un beso!

Abril Lech dijo...

Tal cual. La casa está hecha pelotas y la siguen haciendo merda que total luego se van y que los que se quedan se jodan... Una tristeza la partida de Alfonsin, una alegría el que haya existido en el momento justo en que lo necesitábamos. No se si otro hubiese hecho tanto. Eran momentos muy complicados.

Viv. dijo...

Multitudes lo despiden por Callao, el mejor homenaje es éste que le está brindando su nación; lo lamentable es que esto sucede después que fallece ... Cabe destacar que por primera vez, desde que me mudé a este país, los veo a todos unidos en un mismo sentimiento; hoy es un día atípico.
Alfonsín será en adelante un ícono del concenso y unidad.

Abrazo!

Gabriela dijo...

Se fue nomás, ya no queda nadie con decencia, respeto por los demás, transparencia y educación. Se nos fue un buen tipo.

Abrazo

Unknown dijo...

Se murió un político honesto, eso ya es mucho decir. Sobre todo si tenemos en cuenta a los que lo sucedieron... justamente, la comparación hace que don Alfonsín sobresalga aun más por sus nobles virtudes.

Bego dijo...

Asi como aprendí la historia de mi país a base de librios de texto, relatos de familia y libros que leía por placer me gusta descubrir parte de la historia de tu patria mediante tus recuerdos y palabras.

Un recuerdo para Alfonsín y una esperanza por un futuro posible.

Minombresabeahierba dijo...

por el tema del "FERIADO" del 24 de marzo habia escrito en un par de comentarios de posts que sacaron el tema, cuando aun no se sabía que Alfonsin agonizaba:

"Quizas porque soy viejo, creo en la JUSTICIA con mayúsculas, y con los gobiernos actuales se ha retrocedido. Mucha gente cree que porque crearon un día de la memoria aportan algo, cuando no dejan actuar a la JUSTICIA!.

El gobierno de Alfonsín, al que critiqué duramente por su desastroso manejo de la economía que nos llevó a la hiperinflación y no supo manejar a los grupos económicos que lo presionaban, tuvo los TESTICULOS de llevar a juicio con un PODER JUDICIAL INDEPENDIENTE a los gobernantes militares de facto cuando el poder del ejército seguia siendo fuerte y que todos pudimos ver y escuchar donde los fiscales acusaron con libertad y con los abogados defensores los acusados tuvieron la oportunidad de recibir un juicio justo, y la condena la conocemos todos.

Creo que ahora se está profundizando el odio y la venganza, lo que sabemos por viejos que ésto lleva a una nueva caza de brujas, retomando lo que pasó a comienzos de 1970.

Hebe de Bonafini es el ejemplo de esta nueva caza de brujas, y ojo! no me refieron a LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO, pues a Bonafini no la incluyo como tal, pues conozco a varias de ellas (la mayoría anónimas) e hijos y amigos desaparecidos por repartir volantes de la JUP y Montoneros en la facultad.

Tendriamos que aprender de los chilenos (donde la presidenta Bachelet lo sufrio en carne propia) y uruguayos (donde los extupamaros, como el Ministro de Agricultura) dicen: ocupemonos de los jovenes y su futuro, lo nuestro ya pasó...miremos para adelante.

Por eso aqui cada vez mueren mas niños de desnutricion, el analfabetismo crece a pasos agigantados, cadia día mueren mas mujeres por abortos ocultos, y el dengue (enfermedad de la pobreza) avanza implacable...mientras vemos como la industria y la produccion agropecuaria del país se derrumba por los deseos de venganza y odio."

QuiqueIV dijo...

El paralelismo entre Rajoy y De la Rúa lo encuentro muy bien traído, muy informativo para los españoles y muy acertado en todos sus detalles.
Pero discrepo en tu visión policiaca de la historia. Que Rajoy tenga una ideología política acorde con los avatares actuales, dentro de las posibilidades que le permite la estructura política (conservadora o centrista o social-demócrata) y que su ideología refleje las necesidades de la infraestructura española (burguesa de la periferia imperial), es sentido común de los ilustrados del siglo pasado que somos y de éste. Cosas del marxismo que se dan en la universidad.
Todo lo anterior es sin menoscabo de nuestra responsabilidad, dignidad y libertad mediterráneas. Es decir, Rajoy no es una marioneta; él es tan autentico como tú o como yo o como Zapatero o Suarez o Lula, etc. Todos los privilegiados pequeño-burgueses hemos tenido, en la juventud, la oportunidad de currarnos nuestra ideología (cfr. Mannheim) con nuestro estilo al que creemos súper-original: “Un buen comunista de joven, es un buen social-demócrata al madurar.” (Willy Brandt hablando de su hijo).
Esto no descarta que los grupos que representan a los poderes facticos (USA > burguesía alemana > burguesía española muy dependiente y pensando que Trento fue lo mejor que le pasó > burguesía catalana…), no tengan canales de presión, cada uno a su manera, para marcarle una hoja de ruta a cualquier presidente (incluido el de USA, el de España y el de Brasil). Lo que yo haría, si representara a algún poder, sería influir lo más que pudiera en la selección de los candidatos de los partidos con posibilidades de llegar a la Moncloa (o a la secretaría del PC chino o cubano) . Pero creo que lo de diseñar al candidato nunca funcionará en las democracias europeas. Y menos, programarlo por dentro desde chiquitito.
Pero… ahí va mi hipótesis. Con otro paradigma. Ser jefe de gobierno en España, en esta crisis, es como ser jesuita en el siglo XVII y que te manden al Japón: ¡vas para mártir! El general de los jesuitas (¿Borja?) permitió a los jesuitas portugueses que no mencionaran el sexto y el noveno mandamiento a los japoneses que bautizaron. Ese es el premio para un buen mártir. Por tanto, si yo fuera un buen representante de cualquier poder factico le diría a nuestro buen mártir Rajoy: “Cuentas con mi apoyo, ¿qué necesitas?”. Y le concedería inmediatamente lo que me pidiera (sabiendo que no se iba a pasar).
Siguiendo con la conversación con el representante de los poderes fácticos, Rajoy le respondería en serio: “Querido, manteneros al margen. La prensa de derechas que no me apoye demasiado y que se muestre condescendiente la de izquierdas. El trabajo sucio dejárselo al PSOE; que sea él, el que ponga pegas a la reforma laboral para que yo quede más ‘de centro’. Y dar ejemplo, con una Banca que sin comprometerse con la boca, ponga en practica lo de ENTREGO CASA Y CANCELO DEUDA PARA TODA FAMILIA EN PARO. Y en casos dudosos mediáticos, preguntarme por teléfono seguro. Y que no se os ocurra venir por la Moncloa hasta que termine mi trabajo. ”
Tengo alma mortal y trotskista, y Rajoy es mi presidente, y también mi mártir, por eso, si pudiera le comería el tarro para que apoyara el cambio de la ley electoral, para que en todo momento el peso de mi voto en Madrid fuera la media nacional y que los alcaldes de ciudades de menos de 50.000 habitantes se eligieran directamente por la ciudadanía,
QuiqueIV